Nahuel y la voluntad de la enseñanza

Domingo 22 Agosto de 2010 - Diario El Territorio

A través del programa “yo sí puedo” que se realiza en doce provincias

Nahuel y la voluntad de la enseñanza

Cuatro personas, incluso su mamá, leen y escriben gracias a él. Con once años, es alfabetizador en Colonia Guaraypo

Nahuel y su alumna. El niño enseñó con mucho cariño a su mamá en la tarea alfabetizadora

Montecarlo. Nahuel tiene tan sólo once años y vive en la Colonia Guaraypo de la Capital de la Orquídea. A su edad, ayudó a que su mamá y un grupo de vecinos aprendieran a leer y escribir, ya que integra el programa de alfabetización “Yo sí puedo”, de la Fundación cubana “Un Mundo Mejor es Posible”, impulsado por el municipio local.
Nahuel Ramón Ayala viene de una familia humilde y es el menor de cuatro hermanos. Decidió ayudar a su madre a leer como así también a algunos de sus vecinos.
Es así que logró alfabetizar a cuatro personas y, según contó, está dispuesto a ir por más, enseñando lo mismo a sus compañeros de la escuela y a otros vecinitos del barrio.
Según cuentan los docentes de la Escuela N° 354, “Nahuelito”, como le dicen, es un excelente alumno y siempre llega temprano a escuela. Asiste al sexto grado de esta institución y es muy colaborador con sus compañeros.
“Cuando terminé de alfabetizar me dio mucho orgullo porque esas personas, el día de mañana, iban a necesitar. O si no, yo iba a necesitar algo y le podía pedir a ellos y sabía que me iban a responder bien”, relató el niño.
Nahuel contó cómo fue su labor de alfabetizador en la zona: “trabajé con cuatro vecinos. Dos eran vecinos del barrio, otro de barrio Guaraypo. Como la gente de la municipalidad me pidió y tenía un tiempito libre, dije: ‘les voy a ayudar porque ellos van a necesitar’. Enseñé y sigo enseñando a mi mamá”.
El sistema que utiliza la fundación cubana para alfabetizar consiste en trabajar con grupos pequeños de personas en algún domicilio que tenga un televisor y un reproductor de DVD.
A veces, son los vecinos los que prestan sus electrodomésticos para la tarea.
Así se van mostrando los videos de a poco. Pero para ello se necesita un “facilitador” (nombre técnico del programa) que sea guía y explique a los alumnos el material didáctico.
En esa labor está Nahuel. Su tarea culmina una vez que los asistentes comprendan la lectura y la escritura con el material exhibido.
“Les enseñé a leer y escribir”, contó Nahuel. “Primero, para leer, les explicaba cómo se pronunciaban las letras y ahí ellos iban aprendiendo. Le decía una vez, y de ahí, de a poco, fueron aprendiendo”, narró.
“Me sentí muy orgulloso cuando aprendieron a leer porque hice mucho esfuerzo y sabía que ellos iban a necesitar”, insistió el chico.
El niño alfabetizador admitió que está dispuesto a enseñar a más personas, incluso a los niños de su misma escuela que no comparten el aula con él.
“Ayudo a mis compañeros en la escuela, les enseño que lo hagan despacio y con paciencia. Pienso que por ahí, si ellos son mis amigos, les puedo ayudar”. Aunque además reconoció: “Y si no los conozco y se portan bien les ayudo también”, apuntó.
Los hermanos mayores de Nahuel se llaman Celso, Rogelio y Hugo. Lo incentivan a su hermano menor a estudiar, al igual que sus padres. La madre es ama de casa y el padre es jubilado.
La familia tienen la esperanza de que Nahuel será un gran profesional en el futuro por la voluntad que tiene que aprender.
“Ellos ven que es lo correcto lo que estoy haciendo. Le ayudo a mi mamá y ellos quieren que ayude a mis padres, gracias a esto mi mamá me puede ayudar cuando tengo que ir al negocio a hacer la lista de compras, porque antes no podía. Y si traigo una nota, ella ahora sabe leer".
Este niño que es un ejemplo para grandes y chicos es un fanático de la escuela. “Mis notas van re bien”, contó Nahuel. “Siempre me levanto temprano y algunos compañeros me dicen: ‘vos no tenes que ir a la escuela’.Y yo les digo: no, yo tengo que procurar por mí. El día de mañana yo voy a ser alguien y todos me aconsejan que tengo que estudiar”.
El programa “Yo sí puedo” al que se sumó Nahuel en Colonia Guaraypo busca “poner fin al analfabetismo en el mundo”, según reza en su slogan.
El mismo programa tiene presencia en doce provincias argentinas y ya se alfabetizaron 18.800 personas a través de más de 1.500 facilitadores voluntarios.